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Murió Tamy, el elefante que vivió más de 40 años en cautiverio en Mendoza

junio 24, 2025

Tamy, el único elefante macho del Ecoparque de Mendoza, murió luego de 40 años de haber llegado a la provincia. Tenía 55 años y realizarán una necropsia para conocer las causas de su muerte. Era el papá de Guillermina, y era entrenado para ser llevado al santuario de elefantes de Brasil.

“Esta mañana despertamos con una triste noticia: Tamy dejó este mundo donde tanto sufrió”, contó el lamentable desenlace del animal de 55 años la ong Proyecto Ele, a cargo del proyecto de traslado de los elefantes argentinos al santuario de Brasil. 

De origen asiático, había llegado a Mendoza en 1984 sin saber que ese lugar sería su prisión definitiva. Tenía apenas 14 años y venía de una vida de torturas temprana: había sido parte del Circo Hermanas Gasca, donde fue usado como entretenimiento y, al tiempo, fue abandonado en la ciudad mendocina luego de no poder cruzarlo a Chile por falta de permisos.

Como si fuera una carga incómoda, lo “donaron” al Zoológico de Mendoza. Pero ese gesto no cambió su destino: apenas dejó de ser número circense fue convertido en habitante de una jaula, condenado al encierro.

Murió en las últimas horas. Pasó una vida entera sin selva, sin sabana, sin manada. En los próximos días se le realizará una necropsia, cuyos resultados definitivos podrían tardar semanas. Mientras tanto, quienes lo acompañaron en los últimos años intentan sostener su memoria y su historia.

Era el papá de Guillermina, quien junto a su madre Pocha fueron llevadas al Santuario de Brasil. Era el destino que él también tenía en un recinto que sería solo para él debido a que no hay otros machos en ese lugar.

En el 2023 comenzaron con los entrenamientos para que realice las acciones necesarias para ser trasladado. Los mismos cuidadores contaron que tenía un carácter muy difícil ya que era muy desconfiado por su pasado de maltratos, pero desde que empezaron a trabajar con él, cambió su actitud por completo.

Lamentablemente, este martes las autoridades del Ecoparque confirmaron la muerte de Tamy, quien vivió sus últimos 40 años en una fosa de cemento, sin árboles ni agua natural.