
La realidad golpeó rápido al Senado, en el inicio de las sesiones extraordinarias: la discusión de la reforma laboral se demorará y la definición de la agenda pasaría para la semana próxima, con una reunión de Labor Parlamentaria entre jefes de bloque para intentar acordar una agenda viable en la Cámara alta. Todo esto, implica apostar a la última quincena de diciembre, con las fiestas en el medio, todo un desafío para el oficialismo.
El motivo principal es simple y no involucra al Senado: la Casa Rosada aún no envió el proyecto de reforma laboral. Sin el mismo, es imposible convocar a una reunión de comisión, ya que no existe iniciativa alguna que justifique el potencial encuentro. “Tendríamos que haberlo encarado de otra manera”, reconoció un integrante de La Libertad Avanza a este medio.
La situación actual coincide con la información que partió desde la Casa Rosada durante la mañana de hoy, con la no difusión de la ley de reforma laboral hasta nuevo aviso. De hecho, para consumar dicho paso se esperaría el regreso de Javier Milei al país, tras participar en Oslo -Noruega- de la entrega del Nobel de la Paz a la venezolana María Corina Machado, una de las principales opositoras del dictador Nicolás Maduro.
En el Congreso, los dos proyectos que el propio Gobierno marcó como primordiales son el Presupuesto 2026 y la reforma laboral. El primero ya se encuentra en Diputados, mientras que el segundo es aguardado con ansias en la Cámara alta, tras una promoción de avance exprés que, por el momento, parece hacer chocado por la dilación desde el Ejecutivo y la lógica propia del Senado, con asuntos varios aún no cerrados e, incluso, divergencias dentro del propio oficialismo senatorial. Las tensiones por ahora bucean, pero ya se perciben.