
Los gobernadores mostraron su malestar luego de que Milei les rebotara las propuestas para enviar fondos a las provincias.
Los representantes de las provincias acorralaron a Carlos Guberman, el secretario de Hacienda de Luis «Toto» Caputo y a Lisandro Catalán, el vicejefe de Gabinete, en la reunión que tuvieron ayer en el Consejo Federal de Inversiones (CFI).
Los mandatarios se fueron sin respuestas y quedaron en seguir negociando, pero no tienen muchas expectativas porque dicen que, pese a que lo que están planteando no afecta el equilibrio fiscal, no encuentran respuestas positivas.
Se habla de un deterioro importante en la relación de la Casa Rosada con los gobernadores, ante la falta de recursos y un modelo económico que no está generando empleo y pone en crisis a empresas locales, como dejó claro el tucumano, Osvaldo Jaldo.
«Le propusimos eliminar los fondos fiduciarios, una amenaza que hizo el propio Milei el año pasado, y no nos pudieron responder», dijo un gobernador a LPO. Los gobernadores aseguran que los fondos fiduciarios son corruptos y con impresentables a cargo, por eso les llama la atención que el gobierno ahora no los quiera tocar.
El giro de los gobernadores aliados es notable. El enojo del tucumano Jaldo se suma a las declaraciones del santafesino Maxi Pullaro, que en una declaración punzante advirtió a Milei que el país no saldrá adelante «con capital financiero y criptomonedas»; y poco antes el rionegrino Alberto Werethilneck, quien dijo que el Presidente «no conoce ni se preocupa por el interior».
En la reunión en el CFI, los gobernadores propusieron que la Rosada coparticipe a las provincias la mitad del fondo remanente de los ATN, que es dinero de las provincias. «Tendrían que reconocer que se los están robando y por eso no quieren tocar nada», dijo el gobernador, furioso con la postura inflexible de Caputo y Milei.
El gobierno tampoco respondió ante el pedido de ordenar los fondos recaudados por el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL), que el gobierno no está ejecutando. Es un impuesto que debería destinarse a arreglar las rutas del interior, pero Economía se lo queda entero ante del desastre de las rutas, que ya se está cobrando vidas.
«No pedimos nada nada extra, sólo que se discuta la distribución de lo que ya existe», se quejó otro de los gobernadores.