
Así será la agenda.
Hoy, Mendoza es el destino de dos figuras clave del Gabinete del presidente Javier Milei. Se trata del ministro del Interior, Diego Santilli, y del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger.
Desde la semana pasada, Santilli viene realizando una ronda de reuniones con distintos gobernadores, entre ellos Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Gustavo Sáenz (Salta), Ignacio Torres (Chubut), Raúl Jalil (Catamarca), Marcelo Orrego (San Juan) y Martín Llaryora (Córdoba). En la jornada de hoy será el turno del gobernador mendocino Alfredo Cornejo. Luego, mañana viajará a Neuquén para reunirse con Rolando Figueroa.
La visita representa un nuevo acercamiento entre Nación y las provincias, en medio del tratamiento de leyes clave en el Congreso: el Presupuesto 2026, las reformas laboral e impositiva y las modificaciones al Código Penal. Santilli busca sumar el respaldo de los gobernadores y, en este caso, acercar posiciones con Cornejo, quien mantenía un vínculo fluido con su antecesor, Lisandro Catalán.
El mandatario provincial, adelantó que no formulará pedidos específicos y destacó que el encuentro se centrará en las reformas estructurales que avanzan en el Congreso. También recordó que ambos integran el Consejo de Mayo. “Mientras estaba de viaje estuvimos hablando un par de veces. Siempre es bueno que Mendoza tenga visitas de ministros nacionales”, señaló el mandatario provincial en declaraciones a la prensa ayer.
La presencia de Santilli coincide con la llegada de los gobernadores de San Juan, Salta, Catamarca y Jujuy, que junto a Mendoza conforman la Mesa del Cobre. Se espera que todos compartan un encuentro durante el almuerzo de hoy.
Por su parte, Federico Sturzenegger arriba a Mendoza hoy día con el objetivo de ofrecer detalles sobre la amplia desregulación implementada la semana pasada en la industria del vino. Su presentación será al mediodía en las instalaciones del Instituto Nacional de la Vitivinicultura (INV), donde explicará el alcance de las 973 normas eliminadas, decisión que generó numerosas inquietudes en el sector.
En términos generales, la reforma implica que el INV deje de fiscalizar las etapas iniciales e intermedias de la cadena vitivinícola para enfocarse en la calidad del vino ya embotellado. El cambio generó reacciones diversas dentro de la industria, especialmente en Mendoza.
El nuevo esquema regulatorio redefine el rol del organismo, que ahora se centrará en la trazabilidad final y la transparencia del producto terminado, en lugar de supervisar cada fase del proceso productivo.
La resolución también establece que las certificaciones de origen, añada y varietal dejarán de ser obligatorias para pasar a ser optativas. De este modo, los productores podrán implementar sus propios sistemas de trazabilidad o delegarlos en entidades privadas, según las necesidades comerciales de cada empresa o mercado.