
Luego del decomiso de 580 ampollas de fentanilo y más de 4 kilos de ketamina, y tras la detención de tres miembros clave uno argentino, uno chileno y uno paraguayo, la investigación avanzó y permitió identificar y localizar a un cuarto integrante de la organización, de nacionalidad chilena. El trabajo estuvo a cargo de la Unidad de Investigaciones Antidrogas «Clorinda», que continuó con las tareas de inteligencia una vez desarticulados los primeros eslabones de la banda.
La detención se concretó, como resultado de los enlaces operativos entre Gendarmería Nacional y el Grupo Conjunto Contra el Crimen Organizado (GOC). A partir de esa coordinación internacional, la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) procedió a la aprehensión del sospechoso en territorio chileno.
La causa se enmarca en una investigación de carácter internacional, que demandó cinco meses de pesquisas. Durante ese período, en julio, se logró secuestrar 500 ampollas de fentanilo y 4 kilos 950 gramos de ketamina, sustancias provenientes de Paraguay que eran enviadas como encomiendas desde Clorinda (Formosa). El destino final de la droga era la provincia de Mendoza (Argentina) y la República de Chile. A partir de ese hallazgo, se llevó adelante una entrega vigilada en Mendoza, que derivó en la detención de dos integrantes de la organización (uno argentino y uno chileno), a quienes además se les incautaron 80 ampollas adicionales del opioide.
Luego de un mes de análisis de información, en agosto, los investigadores de la Unidad Antidrogas «Clorinda», junto con la OCN de INTERPOL de Paraguay, lograron triangular datos que permitieron establecer la ubicación precisa de un tercer miembro de la estructura criminal. El sospechoso, considerado un eslabón clave paraguayo, operaba entre Clorinda y Nanawa, y tenía como función el despacho de piezas postales contaminadas desde Argentina hacia Paraguay. Su extradición se realizó a través del Puente Internacional «San Ignacio de Loyola».
Con esos avances, los gendarmes profundizaron el análisis y lograron detectar una estructura narcocriminal chilena sólidamente organizada, con ramificaciones operativas en Argentina y Paraguay. Según la investigación, esta red coordinaba la obtención y el envío de opioides sintéticos, motivo por el cual se dispusieron nuevas diligencias orientadas a concretar una captura internacional en Chile.
Finalmente, en la tarde de ayer, y tras coordinaciones con el Grupo Conjunto de Investigaciones Contra el Crimen Organizado (GCO) con base en Bogotá, y con el oficial de enlace de Gendarmería Nacional, se hizo efectiva la detención del cuarto integrante chileno de la organización transnacional. El procedimiento fue llevado a cabo por la Policía de Investigaciones de Chile (PDI).
Las autoridades informaron que la investigación continúa activa. La Unidad Fiscal de Formosa, junto a las fuerzas involucradas, mantiene desplegadas las tareas judiciales y operativas en Argentina, Paraguay y Chile, con el objetivo de desarticular por completo la red criminal.