
La importación de carne desde Brasil es una realidad. Y los cortes de ese origen empiezan a verse en los mostradores de las carnicerías de Mendoza, 20% más baratos en promedio.
De acuerdo a la Cámara de Industriales de la Carne, ya ingresaron cortes como la bondiola de cerdo. Y en los próximos días se esperan entre 3 y 4 contenedores de carne vacuna como parte de una operación de Minerva Foods, un holding brasilero propietario del frigorífico Swift.
«Lo de la bondiola que ingresa de Brasil es producto de un excedente de exportación que se aprovecha para el mercado interno», señaló José Rizzo, presidente de la Cámara, para quien la nueva tendencia se da en un contexto de apertura de importaciones con un diferencial de precios que lo justifica.
De hecho, por ese corte de cerdo del país vecino se paga entre $4.700 y $5.500 por kilo + IVA, contra casi $10.000 del producto argentino. Es una punta de lanza: hay al menos unas 80.000 toneladas de carne vacuna a la espera de ser despachadas en camiones frigoríficos para su distribución en carnicerías mendocinas.
De Brasil llegan los conocidos: desde lomo hasta cuadrada, pasando por la clásica nalga, bife, vacío y tapa de asado, por nombrar algunos de los preferidos por los argentinos. También paleta, bola de lomo y roast-beef.
«No se va a dejar de faenar. Pero puede resultar una salida para este momento del consumo, y para controlar los precios», añadió Rizzo.
Una característica: se trata de cortes anatómicamente más «pesados» porque en el vecino país se faenan animales de más de 600 kilos, muy superiores a la hacienda argentina. Es decir, si una media res rinde 6 kilos de nalga, la importada llega a 10 kilos, lo que en principio puede tener mayor salida comercial en el canal gastronómico.