
Ya es oficial.
El Gobierno de Mendoza promulgó este jueves la Ley Nº 9666 sancionada por la Legislatura que obliga al Poder Judicial, en especial al fuero Penal, a realizar más audiencias durante la tarde. El objetivo de la iniciativa es agilizar los juicios y que se resuelvan más rápido, ya que advierten que en el horario vespertino las salas de audiencias están vacías.
Mediante el decreto Nº 2193, el gobernador Alfredo Cornejo puso en vigencia la norma que sancionó semanas atrás la Legislatura provincial. La propuesta reforma las Leyes N° 6730, N° 8008 y N° 9040, apuntando a modernizar el fuero penal provincial.
Esta iniciativa apunta a ampliar la disponibilidad de audiencias, ordenar la agenda en el fuero penal y equilibrar el trabajo entre jueces, ayudantes fiscales y codefensores. La reforma alcanza al Código Procesal Penal, a la ley del Ministerio Público Fiscal y a la normativa de creación del fuero penal colegiado, con el objetivo de que los procesos se desarrollen en tiempos razonables para los ciudadanos mendocinos.
Uno de los cambios más importante de esta nueva ley es que amplía la franja horaria para la realización de audiencias penales, las cuales se extenderán hasta las 19. De acuerdo con estadísticas de la Suprema Corte de Justicia de los años 2023 y 2024, de un total de 45.500 audiencias realizadas, el 86% se concretaron en horario matutino y ninguna después de las 18, lo que evidencia un uso limitado del turno vespertino.
Por otro lado, también amplía la participación de los operadores judiciales, potenciando el rol de los ayudantes fiscales y de los codefensores en los debates orales, con la intención de multiplicar la capacidad operativa de un sistema actualmente sobrecargado.
Según las estadísticas oficiales, en 2023 ingresaron 1.871 causas en los tribunales penales colegiados y cerca de 20.000 en los juzgados penales colegiados, lo que refleja una desproporcionalidad que requiere correcciones.
Asimismo, la reforma también apunta a reorganizar la oficina de audiencias con el propósito de optimizar la asignación de turnos, reducir reprogramaciones y postergaciones, descomprimir las mañanas y garantizar el normal desarrollo de los juicios.