
Una beba de nueve meses fue internada de urgencia en el Hospital de Reconquista, en el norte de la provincia de Santa Fe, tras confirmarse la presencia de cocaína en su organismo. El caso ocurrió en la ciudad de Avellaneda y generó una fuerte conmoción en la comunidad, además de activar los protocolos de protección infantil.
La menor ingresó el domingo por la noche al Samco de Avellaneda, acompañada por su padre. Presentaba fiebre alta y dificultades respiratorias, lo que motivó su inmediata atención por parte del personal médico. Ante la gravedad del cuadro, fue estabilizada y derivada en ambulancia al Hospital Central de Reconquista, donde se le realizaron estudios clínicos más exhaustivos.
Fue allí donde los análisis revelaron una situación alarmante: la beba tenía cocaína en sangre. Si bien su estado de salud es estable y no corre riesgo de vida, la noticia encendió todas las alertas del sistema de salud y del área de niñez del municipio.
Según informaron las autoridades, una de las hipótesis principales es que la beba habría estado expuesta de forma indirecta a estupefacientes. No se descarta que la droga haya ingresado a su organismo a través de la lactancia materna, ya que la madre se encontraría bajo los efectos de sustancias al momento de la consulta médica.
La situación fue rápidamente reportada al municipio de Avellaneda. Desde la Secretaría de Desarrollo Humano y Hábitat se ordenó una intervención territorial urgente. Marina Orzan, titular del área, confirmó que tanto la madre como el padre de la menor presentaban signos de haber consumido sustancias al momento en que llevaron a la beba al centro de salud.
«En contextos como este, es muy probable que haya una vulneración de derechos, donde la integridad física y psíquica de los niños está en riesgo», expresó Orzan en declaraciones a medios locales.
Como parte del protocolo, se elaboró un plan de acción para acompañar a la familia. El municipio dispuso la activación de todos los dispositivos de asistencia disponibles, que incluyen seguimiento en espacios de primera infancia, atención psicológica y articulación con el sistema educativo.
Además, los médicos analizan si en el organismo de la beba también se hallaron rastros de psicofármacos. Por el momento no se ha determinado si estas sustancias corresponden a medicamentos suministrados durante la atención médica o si podrían tener otro origen.
El caso ya está siendo evaluado por áreas especializadas en niñez, y no se descartan futuras intervenciones judiciales si se confirma la existencia de una situación de consumo problemático que ponga en riesgo la salud de la menor.