
Las encargadas de esta tarea son Ibra y Canela.
El Servicio Penitenciario de Mendoza apostó por una disciplina aún poco explorada en el país. Hasta ahora, los perros eran utilizados en seguridad principalmente para la detección de drogas, explosivos o búsqueda en grandes áreas. Pero este caso es distinto: su especialidad es olfatear tecnología.
Desde que llegaron a la base K-9, fueron entrenadas con un método que combina obediencia básica, estimulación del instinto de búsqueda y asociación de olores específicos. Todo comienza por el vínculo: antes de aprender a detectar nada, las labradoras aprendieron a confiar. Su guía no solo las entrena sino que también se ocupa de su alimentación, higiene y bienestar.
Después vienen las órdenes básicas: acudir al llamado, quedarse quieta, caminar a la par. Al mismo tiempo, se inició el trabajo para estimular sus instintos a través del juego. La “presa” no es otra cosa que una pelota de tenis: cada búsqueda es, en realidad, una especie de juego, donde el objeto deseado se transforma en premio.
Una vez consolidado ese instinto, se dio el paso clave: asociar el olor de los dispositivos electrónicos. Para eso, se les presenta a Ibra y Canela un celular, se refuerza su reconocimiento y se la entrena para que, al encontrarlo, lo señalen de una manera concreta: sentarse frente al objeto y quedarse quietas, sin tocarlo. Así, su comportamiento se convierte en una señal clara para el personal penitenciario, que puede avanzar con una requisa precisa, rápida y segura.
“El resultado es un binomio guía-can perfectamente sincronizado, ideal para operativos donde la precisión es clave”, explican desde la fuerza. La formación lleva tiempo, pero los beneficios son evidentes: detectar un celular dentro de una unidad carcelaria puede evitar extorsiones, amenazas, planificación de delitos y mantener controlado un entorno de por sí complejo.
Además, ambos canes tienen una gran sociabilidad, lo que les permite trabajar con otros perros y efectivos sin dificultades. Son disciplinadas, confiables y eficaces. Y, sin dudas, pioneras.