
La disputa que mantuvo en vilo a los mendocinos durante las últimas semanas llegó a su fin este viernes. Margarita Flores, propietaria del tradicional local de flores ubicado en las inmediaciones del kilómetro cero, se reunió con autoridades municipales para definir el futuro de su pato Juan.
Allí, la vendedora de flores expresó que, luego de las repercusiones que generó el caso, consideró las razones expuestas por el municipio y manifestó estar de acuerdo en que el espacio propicio para garantizar la salud y el bienestar del animal es el lote en el que vive con su familia.
En el acta firmada por Margarita se informa que “el pato Juan se encuentra viviendo con ella y su familia en su casa, en el campo, protegido y con todos los cuidados de salud, alimentación y afecto que siempre le brindó a su familia desde que lo tienen consigo”.

“Con Margarita hemos tenido una linda charla sobre el conocidísimo y querido pato Juan. Ella me contó que Juan está muy bien, está en su casa desde el día que se fue de la florería y está muy bien cuidado por ella y por su familia. Ya acordamos que vamos a ir a visitarlo con el equipo de la muni, vamos a asistirlo con el equipo de Salud Animal para que reciba las vacunas que necesita», contó Ulpiano Suarez.
El espacio donde está el pato, de unos 2000 metros cuadrados, está ubicado en el departamento de Maipú y cuenta hasta con una pileta en la que Juan se baña, según contó Margarita. A su vez, allí el ave comparte tiempo con otras mascotas y con la familia que lo crio, lo que le garantiza su seguridad y correcta alimentación.
Por otro lado, le ofrecieron construirle un corral para que el pato Juan tenga más espacio, esté cómodo y seguro, sin posibilidades que se escape o sea víctima de otros animales. Además, también vacunarán al resto de sus mascotas.
De esta manera, se terminó el conflicto y la polémica que se generó en las últimas semanas con la historia del simpático animal conocido ahora por todos como el pato Juan.