
El Gobierno nacional anunció que modificará por decreto el régimen migratorio, con medidas que incluyen la expulsión de inmigrantes ilegales o con antecedentes penales, nuevos requisitos para obtener la ciudadanía argentina, y el cobro de servicios de salud y educación a extranjeros no residentes.
El anuncio fue realizado este miércoles por el vocero presidencial Manuel Adorni, quien encabezó su tercera conferencia consecutiva desde la Casa Rosada. Sin aceptar preguntas, el funcionario fue enfático: “ Argentina no será tierra fértil para la llegada de delincuentes”.
Según detalló el propio Gobierno en un comunicado oficial, las nuevas normas permitirán rechazar el ingreso de cualquier persona con antecedentes penales, y acelerar los plazos para expulsar a quienes cometan delitos en el país. «El gobierno impulsará una serie de modificaciones al régimen migratorio. De ahora en adelante cualquier condenado que intente ingresar a través de la frontera será rechazado por las autoridades migratorias y quienes sean encontrados en flagrancia ingresando por pasos no habilitados serán expulsados», sostuvo el vocero.
“El que mienta en cualquier información en su ingreso será también expulsado”, advirtió Adorni. “Todo aquel que sea condenado, será deportado, sea el delito que sea”, insistió, marcando un giro más severo en la política migratoria.
