Juan Cacho Garay (70) será juzgado, así lo decidió el propio humorista, tras un giro en su estrategia defensiva en la causa por hechos de violencia de género y abuso sexual contra su expareja, Verónica Macías.
Tanto pública como judicialmente, Cacho Garay siempre ha sostenido que es inocente de los hechos que le endilgan. Pero para la fiscal de Violencia de Género, Mónica Fernández Poblet, no es así y hace varios meses pidió que el lujanino sea juzgado.
Sus abogados, Daniel Romero y Juan Pablo Ildarraz, lograron en abril pasado que el comediante sea liberado, todavía estaban en discusión si el caso iba a juicio o no.
En los últimos días, el humorista tuvo algunas diferencias estratégicas con sus abogados, decidió reemplazarlos y contrató a Federico Yunes y Leonardo Pasccón. Estos letrados decidieron un cambio clave en la defensa: este jueves presentaron un escrito retirando la oposición. De esta forma, la elevación a juicio quedó firme y ahora habrá que esperar la fecha para el debate. La idea es que Cacho Garay demuestre su inocencia en esa instancia.
En el escrito presentado por los nuevos abogados de Cacho Garay consideraron que «el juicio oral es la única instancia en la cual nuestro representado podrá, de una vez y para siempre, acreditar no solo su inocencia si no también poner en evidencia que estamos ante un caso flagrante de falsa denuncia». Incluso aseguraron que la elevación a juicio por parte de la Fiscalía está floja de papeles y «es más que evidente que llegar con dicha acusación al juicio oral es más que ventajoso para Garay».
El humorista está acusado de amenazas agravadas, tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil, abuso sexual con acceso carnal, privación de la libertad agravada y desobediencia a una orden judicial. Arriesga una potencial condena de 8 a 32 años de cárcel.
En los primeros días de abril de 2023 trascendió una denuncia por violencia de género que Verónica Macías hizo contra su esposo, Cacho Garay. La mujer explicó que el 5 de abril mantuvo una discusión con Cacho Garay en el domicilio donde convivían en Luján de Cuyo. La situación se fue elevando de tono hasta que el acusado tomó un arma de fuego, le apuntó a la cabeza y le advirtió: «Te voy a matar».
Sin embargo, Cacho Garay negó siempre los cargos.